Es algo que pensaba ahora. No pienso trabajar demasiado ni esforzarme demasiado en algo que no quiera. El típico "el que algo quiere algo le cuesta" le puede ir costando a otro. A mí no me apetece, no me da la gana de que me cueste. Ya pago bastante con mí misma persona y personalidad, que no son lo mismo, como para encima tener que pagar con mi propio curro. Esforzarse por nimiedades vanas no es mi estilo, hay cosas que compensan y cosas que no, y hay que tener en perspectiva los 25 años (dudo que nadie que haya leído mi ángel lo entienda, pero ahí queda). Se trata de disfrutar mi existencia con hechos. Cada vez intento pensar menos. Bueno, no, en realidad pensar lo mismo. Sólo que guiarme menos por lo que pienso y más por lo que quiero. Me he quejado mucho de gente que hacía esto mismo, lo sé. De hecho, me pienso seguir quejando hasta la eternidad o hasta que me canse, lo que llegue antes, porque nunca me pareció más verdad que ahora, y tampoco menos. Pero, mi caso es el contrario. Y me jode, me jode mucho. Me jode no ser capaz de actuar, no ser capaz de dar pasos hacia adelante hacia donde quiero por pensar demasiado en las consecuencias. Creo que me voy a poner como máximo una semana, y ya es muchísimo, para pensar. Si pasado ese tiempo no he llegado a una conclusión razonada de lo que debo hacer, haré lo que me parezca. Eso en casos extremos por supuestos, otros se pueden despachar en cinco minutos. Y yo feliz. No era mi intención inicial decir esto, y tampoco es que arregle nada, pero aquí está.
...que me va a dar un infarto
...que me va a dar un infarto
2 comentarios:
Tengo tres estandartes con respecto a lo que hablas: el primero, sacado de una canción de Kannon, es: piensa con el corazón, siente con la cabeza.
El segundo, es mío: a veces hay que arriesgarse, y a veces hay que arriesgarse a no arriesgar. Con esto, quiero decir que si el no arriesgarse implica un riesgo, pero quieres correr el riesgo de no arriesgarte, eres libre para hacerlo.
Claro que el tercer estandarte es que es mejor arrepentirse de lo que haces que de lo que no haces.
Se me ha olvidado poner en mi entrada que soy una persona contradictoria XD
Y la sonrisa tan rara porque a veces la sonrisa se dibuja en mi cara por un largo lapso de tiempo en las condiciones más inesperadas para sonreír, y eso lo hace una sonrisa rara. Además, la canción en sí, me hace pensar que es de esa manera como quiero vivir: que me dé lo mismo todo, que yo voy a seguir como hasta ahora, y muy a gusto siendo así.
PD: buenísimo el juego con el título. Y viva esa canción!
Publicar un comentario