Ahora va de cachondeo (y cuándo no, os preguntaréis). Estaba yo navegando por internet tranquilamente, recayendo en la página del as, que miro un par de veces al día, cuando encontré un titular que casi se me atragante de la risa "EEUU propone a Irán jugar un amistoso". Ahí mi imaginación se dispara. Primero empiezo a pensar en EEUU. No puede ser a otro que Obama, el Zapatero norteamericano (sólo que ¡él puede!), con su talante (que no el mío, que es más bonito y que si me acuerdo o me lo recuerdan pondré algún día aquí) al que se le haya ocurrido la brillante idea de semejante partido. El buenrollismo es una virtud que, fuera de colectivos pequeños, véase nivel empresarial, internacional y semejantes, resulta estúpida y fuera de lugar, y aquí tenemos un ejemplo de ello. "Oh, juguemos contra ellos, ¡seguro que si nos dejamos ganar nos hacen caso!", casi me imagino la bobillita iluminándose en su cabeza, si no sé cómo aún no es santo, o aún mejor, Einstein (es mucho más venerado y venerable este último, sin lugar a dudas). De los iraníes sólo me quedó pensar en la cara de "estos nos están tomando el pelo" o similar. No sé, pero a mí me resultaría cómico, casi pensaría que hay gato encerrado. Igual ponen a jugar a algunos del FBI o la CIA o algunas otras siglas raras que tan de moda están siempre en los EEUU (país de siglas). Luego, como es lógico, me quedó pensar en la naturaleza del encuentro, propiamente dicho. Sería un amistoso. ¿Eso quiere decir que sólo irían con ametralladoras, sin utilizar armamento nuclear? (¡ah no! Es verdad, que no tenían). Pensando pensando me imagino al portero iraní tirado en el suelo con un dragunov (versión francotirador de la manufactura rusa AKA AK) y pensando "je, a ver quién es el listo que marca ahora". Estoy seguro de que el resultado no sería muy abultado (si lo medimos en goles, no en bajas), pero entretenido sería un cacho. No es bloodbowl, al que por cierto no he jugado nunca, pero estaría dispuesto a verlo. Todo por el coleguismo que exportamos con Zapatero a medio mundo, y que ahora se quiere cobrar en concepto "somos igual que Obama votanos, si quieres hasta nos hacemos twitter para que nos sigas, aunque suene muy religioso eso de seguir, y somos laicos y pro-aborto". Enfin, esto de las relaciones internacionales me parece demasiado complicado, creo que prefiero ser futbolista que político.
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