miércoles, 27 de mayo de 2009

Ordenador del demonio

Avatares de la tecnología, lo que debería ser una anécdota de perros no es tal. Mi móvil se niega a conectarse a mi ordenador, no se deben de gustar, o algo, pero a mí me tocan las narices sobremanera. También debería estar escrita hace uno o dos días, vale, que no escribo nada, pero es que o estoy vago o tengo cosas que hacer o las dos, y mi recién conseguida DS con juegos no ayuda a que mi tiempo para escribir se dilate, sino todo lo contrario. El caso es que, correspondiendo con llegar tarde a rugby (por haber quedado con ciertas personas y liarme, como no), de vuelta a casa a coger mis cosas se me ocurrió escribir una entrada, como tantas otras. El problema viene cuando a mí móvil no le da la gana de conectarse a mi ordenador, o a mi ordenador no le da la gana de que mi móvil se le conecte, no estoy seguro de cuál de las dos es. Las novedades tecnológicas son muy interesantes, pero creo que es la plaga definitiva enviada por Dios (que, recordemos, no existe) para acabar con la raza humana, o al menos su paciencia. Cantidad de tardes perdidas delante del ordenador cambiando claves de IP, llamando al servicio técnico, reiniciando el ordenador y, sí, como decía enjuto mojamuto, encendiendo y apagando el router. Demasiadas tardes de solitarios, buscaminas y demás chorradas para que se conecte a internet, patallazos negros (igual que los azules pero más de mi estilo, no os alarméis) tras horas de trabajo o de juego. Parece que pida a gritos que le peguemos pero, como nos ha costado dinero, tenemos que pagarlo con otras cosas o personas que no nos han costado dinero (la esclavitud ya fue abolida, sino, lo haríamos igual, preferimos pegar a personas). En definitiva, hay veces que me dan ganas de tirar mi ordenador por la ventana. Si veis que en mucho tiempo no escribo (recalcando el mucho, que soy muy vago), es por eso.

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