lunes, 11 de mayo de 2009

Sobre amistades, al menos ahora, sí hay algo escrito

De las amistades y sus variantes mucho se puede decir, las opiniones son como los culos, cada uno tiene el suyo. Yo voy a poner aquí no mi culo sino mi opinión al respecto, y más concretamente en mi ámbito, que no creo tener conocimiento de causa suficiente (o presencia de ánimo, con el mismo efecto) para dar una disertación sobre el compendio de la amistad.
La amistad es un sentimiento que nos une a cierto conjunto de personas, pero ¿a partir de cuando es amistad? ¿Cuándo se deja de ser un simple conocido? La respuesta, según a quién preguntes, variará, pero para mí no es cuestión de tiempo. Puedo considerarme amigo de una persona dos o tres horas después de conocerla y hablar con ella, y no llegar a considerar amigos míos a compañeros con los que llevo dos años o más en clase. Todo es cuestión de relaciones, de cómo aparezca esa persona en tu vida y cómo sea. Quizá mi concepto sea absurdo o muy subjetivo, y no tenga en cuenta factores como el que puedan haber hecho más o menos por ti, que puedas fiarte de esa persona, etc. pero me gusta mi modo de ver las cosas, y de momento pienso seguir así hasta que me convenzan de lo contrario.
¿Qué significa ser amigo de otro? No tiene que ver con beber los vientos por dicha persona, estar a su lado siempre, acabar todos los sábados a las tres de la mañana sosteniéndoos mutuamente o ayudándose a vomitar, no van por ahí los tiros. La amistad supone el estar ahí cuando el otro necesita, que no pide, que estés. Escuchar a la otra persona, sonreírle, tratar de animarle o darle un abrazo valen mucho más que veinte noches de colegueo. El dinero no compra las amistades y, aunque siempre me gustó por irónico el "el dinero no da la felicidad, la compra hecha", no permite el tipo de amistad que aquí mento, sólo salir con alguien o mantener contacto en determinadas situaciones. A lo mejor me equivoco. Es probable incluso que cierta gente no sepa que los considero mis amigos, y que cierta otra me considere amigo suyo cuando no es mi caso. De cualquier modo, siempre me valió como recompensa la sorpresa y la sonrisa de la gente al sentir que les das su importancia y que te interesas por ellos y sus problemas, si es que se deciden a contarlos, que la amistad da contacto, no poderes de adivinación (esos los tengo por mí solito, no os voy a engañar).
¿Cuánto dura la amistad? La pregunta eterna que no tiene eterna eternamente como respuesta. Depende, esa es la palabra acertada o al menos eso creo. Depende de la persona, depende de las personas y las situaciones de estas, y de sus otras amistades. Todo es caduco en esta vida, comenzando por la propia vida, así que las amistades para siempre tienen que conformarse con esta duración. Sin embargo, de momento hay pocas amistades que me hayan dado esperanzas de este tipo de continuidad. Todo se va diluyendo y parece que, tras años, la gente ve las cosas de un modo diferente. Los ambientes y los planes van variando, y se prefieren compañías diferentes. Sí, todo degenera. Sí, quizás sea hora de ser ave fenix y consumirme una vez más en un torrente de fuego que me queme y deje de lo que he sido hasta ahora, cenizas.

1 comentario:

Lurilla dijo...

estoy muy de acuerdo con tu forma de describir la amistad.
Yo creo que una amistad, cuando es amistad de verdad, dura para siempre. Lo que no quiere decir que veas a la persona siempre. Pero sabes que vas a poder llamarla en cualquier momento.
También se puede decir que es como lo que decía Ismael Serrano del amor: es eterno mientras dura.

Un besiño.