¿Y qué si soy del monte?
¿Y qué si vengo a buscarla?
¿Y qué si pierdo saliva
en los compases de la brisa?
¿Y qué si amplios versos
ella me los rasgara?
¿Y qué si mis paseos
entre alacranes y zarzas
no sirvieran pa' nada?
¿Y qué si armas de esparto
son las que tengo guardadas
entres mis negras pestañas?
¿Por qué no tú, que me lees,
seas quién seas, cualquiera tu estampa,
y yo, el que aquí declama,
vamos de la mano a comer frutos de nuestras palmas?
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