miércoles, 13 de mayo de 2009
Pañuelo, o inspiración
Caminaba por la calle. Era un día de lluvia, como otros muchos días de lluvia. No solía, no obstante, salir a pasear, por eso quizá se podría haber considerado un día especial. Había pasado ya varios minutos sufriendo impertérrito el acoso incesante de las gotitas de lluvia, que iban a alojarse en su ropa. Cruzó una plaza con una fuente, y se fijó vagamente en la gente que había por la calle. Le llamó la atención algo negro en el suelo, desde lejos. Fue avanzando sin que nada perturbara su linea de visión, ni el misterioso objeto. Cerca ya de él, se percató de que era un pañuelo negro y plateado. Probablemente hubiera pertenecido a una chica. Compañero inseparable, podía haberla acompañado varios sábados en sus escapadas nocturnas, habiéndose empapado del humo del tabaco y el alcohol. A la chica la habría sorprendido la lluvia en plena calle y habría echado a correr. El pañuelo se le habría caído, sin siquiera darse cuenta, y ahora lo que le empapaba era el agua. Entoces, un escritor habría pasado al lado de este mismo pañuelo, y habría pensado en su historia. Habría pensado en quién sería su dueña. Y, más tarde, se habría puesto a escribir. Escribir que caminaba por la calle...
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