Entra el sol a quemarropa
y denuncio a la mañana.
Me ofrezco al frío día
desterrando las legañas,
renunciando a abrir mis puertas
a la brisa temprana.
Sufro bordes de acero,
barriobajera su estampa,
de puñales de sonido.
Con coches, con humo y hielo,
latidos, culpable se declara
de achantar con mala fe
a una voz cazallera y macarra.
Hoy sólo estoy pa' mi
1 comentario:
Ay, cómo me duele decir que te comprendo. El mundo sería un lugar mejor sin madrugones.
Y ¡ánimo con los exámenes! He visto a muchos rendirse ante la voracidad insaciable del BI... ¡no te sumes a mi lista!
:)
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