No puedo superar el dolor de una moneda tirada al aire. De la cara estampada contra el suelo, contra la mano. Casi siento la presión que la aplasta, ocultándola en favor de la agraciada con la suerte. No soporto las decisiones y el peso de las alternativas que no tomamos, quién pudiera dividirse en dos, y en dos, y en dos, y en dos...
1 comentario:
¡Hay que ser valiente! Las alternativas no escogidas sn no escogidas por algo. Si lo piensas así, todo es más llevadero.
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