lunes, 15 de diciembre de 2008

La bella y la bestia

Pues aquí estoy, de nuevo haciendo gala de un escaso sino nulo pudor al respecto destrozando un clásico donde los haya y "modernizándolo", sin más:

Pues esto era un príncipe que por ser un chulo putas, alguien se había chinado y le transformó en una bestia, y por joder también transformó al resto de habitantes del castillo en lo primero que se le ocurrió, que como tampoco tenía mucha imaginación eran muebles.
Como también era un cachondo y sabía que al príncipe se le daba mal la jardinería, le dio una rosa y le dijo que si se le moría la broma sería permanente. En esto llegaron a la ciudad un padre, que con lo de la crisis había quedado en el paro por un expediente de regulación de empleo, y su hija, que era un poco puta y tocanarices) Mientras el padre iba al inem, la hija se dedicó a dar una vuelta por ahí y el más gallo del pueblo dijo que se la iba a tirar delante de los amigotes, pero ella pasó de él y como también le iba un poco el royo ocupa fue a la casa de la susodicha bestia, donde por morbo más que otra cosa se quedó hablando con esta.
La bestia se esforzó por ser amable, pero en realidad era un borde y la tía se acabó yendo. Mientras, el gallo que pensó que se había tirado a la bestia, para no quedar mal con los amigos y como era un cobarde fue con un grupo de gente a darle una paliza. Entonces la tía, a la que en realidad le gustaban los bordes, fue a intentar impedirlo, pero le cascaron igualmente porque no llegó a tiempo.
Aún así, antes de que la margarita se fuera a tomar viento del todo se lo tiró, se volvió a convertir en humano, y disfrutando de sus privilegios de príncipe se vengaron y oprimieron al resto de habitantes, consiguiendo por enchufe un puesto de ministro para el padre.

Fin.

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