miércoles, 28 de enero de 2009

La mar, tu cuerpo

Por telón queda el final,
las estrallas y los cielos,
sufren las olas de mar
al robar yo tus besos.
Amargan de soledad
se consuelan en silencio
en que desaparecerás.
Morirá en mi recuerdo
seré ceniza, polvo y sal,
sal será tu anhelo,
que al mar habrás de robar
cuando me esconda en sus pechos.
No quiero una rima más
que encamine los deseos
hacie joyas, o el manar
sin más de fríos versos.
Entre estos quiero hallar
cura sólo a viejos tormentos
formar una rima de pan
y una más para tu cuerpo.
Será esta al final
la que alimiente mis huesos,
haga mover mi voluntad
y culmine el frío duelo
en que hallaba la maldad
la razón para su seno
ocultar así en la mar,
la mar que ahora es mi pecho.
Al fin la sal pasa de ser verdad
a ser mero recuerdo,
transparente la verdad
purga el cruel sello
que la razón, nada más,
separaba del te quiero.
Ahora, tranquilo ya
acabo ya sin lamentos
tu risa, mi caminar,
corren al mutuo encuentro,
no tengo ya que rezar,
mi dios es tu cuerpo.

1 comentario:

Deamar dijo...

Es preocioso... no tengo palabras.
Si escribes para alguien, dame su nombre. Qué bonito...