jueves, 5 de febrero de 2009

Y volar

Y con un beso volar, volar lejos de aquí a donde la tierra no me ate, no tenga raíces ni mantos que me cubran y pueda ver el sol claramente, poder salir, crecer y moverme con libertad como el pájaro que escapa de su jaula para adentrarse en lo desconocido. ¿Más peligroso? Quizás, pero el peligro se compensa con el sabor del aire fresco, con requerida mención a la canción de Medina Azahara. Y... tras esto, sólo necesito un delirio de carmín para abrir la marcha hacia las nubes a tumbarme al sol, disfrutar de la brisa y de un nosotros que me quite el techo y las paredes que me atenazan y se estrechan oprimiendo el corazón con la razón.

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