-Lo recuerdo como si fuera ayer.
-¿Y no fue ayer?
-Ya estamos jodiendo otra vez, pues claro que fue ayer, ¿no ves que hoy estoy de resaca?
-¿Eso te da derecho a equivocarme?
-Pues... a decir verdad me da motivo, derecho ya tenía, aunque algunos se lo tomen como una obligación.
-Tan vanidoso como siempre...
-De momento no tengo nada nuevo de lo que presumir, no te preocupes que si eso cambia seré más vanidoso, la impaciencia mata.
-Menos mal que el orgullo no.
-En pie sigo, como ves.
-Mmm... bueno, ¿y qué es lo que recuerdas? ¿No decías que tenías resaca?
-Joder... ni que la resaca me impidiera recordar.
-¿No lo hace?
-...
-Ves.
-Aún puedo recordar cómo miraba, cómo besaba, cómo sabía...
-¿Sí? ¿Y cómo?
-Pues lo cierto es que siempre dejaba el regusto del papel añejo, ese de libro de segunda mano. Sentías al mirar cómo te devolvía la mirada, a veces dormido, a veces despierto, y siempre te dejaba una caricia cuando te acercabas...
-Definitivamente llevabas demasiado tiempo sin publicar.
-Ni que lo digas.
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