martes, 22 de marzo de 2011

Ahíto de mierda hasta el cuello. Ahíto de monotonía, de mi manía de llevarlo todo al último momento, al extremo, al fin último. Hasta entonces la pasividad más asquerosa y lasciva. Sí, básicamente tocarme los cojones. Quizá no sea lo más sexy que has visto, pero si por azar te apetece acompañarme (ya sea tocar los míos o tu correspondiente femenina) no te voy a decir que no. Espera, esp... *suena una cisterna*. Ya está, mucho mejor, tenía que vomitar, ¿de qué hablábamos? Ah, sí, de cojones, hostia ya, me estoy pasando de tacos. Y de machista, menos mal que Bibiana Aido *Heil Hitla!* ahora está más de tapadillo. Bueno, cambiemos de puta, hablemos de ti. ¿Qué mierdas haces aquí? Te gusta ver cómo tiro el tiempo, te gusta tirar el tiempo conmigo, genial. La lluvia se desprende por la ventana como goterones de ácido que se comen el cristal. Como goterones de ácido me hacen ver la vida de colores. Colores grises, sí , pero colores. Me hacen ver los botones de tu blusa como caritas burlonas. ¡Sucios hijos de perra! ¡De mí no se ríe ni mi puta madre!
Bonito sostén, negro, como a mí me gusta. Sabes, a veces le miro el sostén a alguna compañera de clase. No es mi culpa que a esas perras se les transparente la ropa y se me ponga dura. Aún así, me parece ridículo, ¿quién cojones se pone un sujetador con lunares de colores? Ni siquiera son bastante grandes como para jugar al twister. Lo cierto es que se lo quemaría, de no ser por la basura políticamente correcta. ¿A quién cojones le importa?
Perdona, me he desviado, ahora te quito la falda. Me sorprende que sigas aquí, ¿sabes? La mayoría de la gente ya se habría marchado. No soy heterodoxo que se diga, soy un jodido bastardo. El otro día vi una serie, sí, basuras de esas, pero sin anuncios ni mierdas. Me recordé al protagonista, de mierda hasta el cuello (vaya, me repito, menuda decepcionante novedad). Sí, sé que acaricio bien, o eso me gusta pensar. Sí, soy poeta o eso me intento repetir, hay quién dice que no (así se muera con su bilis, y que un día se encuentre como yo vomitando sangre en una cuneta). Pero soy caduco. Así que no te entretengas, que este paroxismo acabará. Llegará a su fin apócrifo y sin glamour. Llegaré a inundarme de fluidos transparentes o ambarinos, me envenenaré por enésima vez, donde n tiende a infinito. Sentiré la lengua acartonada, me dirán que hablo mal (peor, los que me conozcan). Me meteré con la gente y, si tengo suerte, follaré, o me la chuparán o algo. Moriré y resucitaré en mí mismo hace unos meses, pero no igual. Vomitaré y seguirán estando ahí quiénes me digan que cambie. Y habré cambiado y todo seguirá igual. Vaya, gracias, un detalle haberte desnudado ya para mí, creo que me van a estallar los pantalones así que vamos a acabar esto.

A ti, sí, a ti que estás leyendo, seas quien seas, te invito a una copa, cerveza o cualquier brebaje alcohólico que te apetezca. Sólo avísame, o mejor no lo hagas y ven, pásate un día cualquiera. Luego podemos follar, o puedo follar yo, no pasa nada. Conozco varios garitos donde podemos estar a gusto y meternos mano hasta entonces. ¿No te apetece?

Te espero para otra ocasión, ahora esta cachonda me está llamando desde el colchón así que no mires o, bueno, si te pone mojada puedes quedarte, nunca he tenido público en el coito, pero seguro que da morbo. Además, qué cojones, tú también estás buena.

2 comentarios:

black words on a dark night dijo...

Siniestro, directo, triste, azotador... Fantástico.
Juas me apunto esa cerveza jeje

Ladybug dijo...

Me gusta ese plan de cervezas gratis. A ver si es verdad que se cumple, aunque yo llegue con unos meses de retraso :)