sábado, 4 de julio de 2009

Yo quiero ser como Albertucho

Porque estaría bien ser un artista. Sí, ayer tocaron conciertos, de nuevo, y no fue un mal día. Cansado quizás, pero eso tiene más pinta de ser por el deporte y la falta de sueño que de unos conciertos tranquilitos. El día empezó con Despistaos, que duró hasta que nos enteramos de que Albertucho tocaba en otro escenario, es decir, casi al final. Pequeña caminata y llegamos al parque. Pablo Valdés dio un concierto interesante, mientras parecía algo alegre por momentos, pero no hay queja. El espectáculo llegó con el sevillano. Con más de mil kilómetros de distancia de su tierra natal, ya llevaba media botella de DYC entre pecho y espalda al saltar al escenario. Cabe destacar el coraje por beber esa ponzoña que algunos quieren llamar whisky a palo seco, es cierto, pero aún así... Los resultados se vieron, no en la calidad del concierto, que no tiene tacha, sino en los tumbos que daba por el escenario, varias veces a punto de caer. Fue entretenido, y me gustaría, sin duda, tener un par de botellas de absolut para saltar a un escenario.

1 comentario:

Lurilla dijo...

Eristoff manda. Si, sí. El Esristoff es el culpable de que tenga lagunitas del viernes.
Adoro las lagunitas.