Y dime tú que piensas, qué sientes,
clama al cielo tu pesar
haz sentir y que se despierte
no hagas, no pienses
arrulla el amanecer con el brillo de la sonrisa
amenaza la constancia con sabor de saliva
parte desolación
repárte la dicha
o mátame si quieres
haz valer ya tu y mi corazón
mátame y dime
que no es mi rostro el que quieres ver
al comienzo del día
que no ansías mi querer
y que de mi largas mejillas
no te importa, si están llenas o vacías.
Alegra un comentario a sazón de unas coplillas
si crudo poeta quieres,
a tus pies las serranillas,
saetas y melodías
que no derrumbe otra cosa
que angustia, frío, dolor...
1 comentario:
Bonito poema, Carlitos. Pero... prefiero el de Tu cuerpo, la mar (creo que se llamaba así).
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