viernes, 20 de abril de 2012


Destrozao medio cojo le digo que no es necesario,
ella con la boca chica: no puedo evitarlo.
Por sus lindas mejillas, (gotita a gotita),
arroyos van calando,
que mis manos achican con dedos de barro.
Y es que ni limpian ni curan,
no engullen mas tapan la culpa que me he ganado,
porque duele mucho más sabiendo que es mío su llanto.
Como espuma de mar vuelvo y vuelvo a su tez a cavar
presas de sal como en un arrebato,
y de recias que son los ríos son salados.
Y es un brindis por mí, por despojos y trapos
y que voy a querer que caiga por mí la tristeza a puñados
Que yo vivo por vivir, bebo por soñar y duermo por morir,
que mi piel es la de un gato.
Yo, que jamás he sido manso, no puedo aguantarlo.

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