sábado, 5 de mayo de 2012


Voy a hacer un salto al revés
voy a escribir de resaca
porque no tengo otra manera,
igual que no tengo otras manos.

Pienso en encontrarle remedio
a perderme siempre entre las brumas del alcohol
de retirar esta aguja, enterrada entre mis sienes
y sin embargo, me ofreces?

Siempre le echado esta cara
y alguna vez me la han partido
pero no quiero contar entre mis desaires
las copas que pude haber tomado

Si nunca estoy ahíto
es porque bebo demasiado
si nunca estoy contento
es porque río por todo
si me ahogo en mi vaso
es por ti

Y qué más da si todo es por ti
o si tan sólo es la melancolía
cuando, parado, prendido
le echó una mirada y tiemblo
poco a poco me acerco
y vuelvo a hundir la amarga miel en mi garganta...

viernes, 20 de abril de 2012


Destrozao medio cojo le digo que no es necesario,
ella con la boca chica: no puedo evitarlo.
Por sus lindas mejillas, (gotita a gotita),
arroyos van calando,
que mis manos achican con dedos de barro.
Y es que ni limpian ni curan,
no engullen mas tapan la culpa que me he ganado,
porque duele mucho más sabiendo que es mío su llanto.
Como espuma de mar vuelvo y vuelvo a su tez a cavar
presas de sal como en un arrebato,
y de recias que son los ríos son salados.
Y es un brindis por mí, por despojos y trapos
y que voy a querer que caiga por mí la tristeza a puñados
Que yo vivo por vivir, bebo por soñar y duermo por morir,
que mi piel es la de un gato.
Yo, que jamás he sido manso, no puedo aguantarlo.

sábado, 14 de abril de 2012

El frío se la estaba comiendo, diría que lentamente, pero mentiría. Lo cierto es que el viento helado la esquivaba a duras penas, y sus caricias ella las sentía como cortes. Los colores del invierno lo envolvían todo, perlandolo todo con sus azul hielo, su blanco horchata, su verde fantasmal... y sobre todo su ausencia de sentimientos. La naturaleza no es cruel, no es sabia, simplemente tiene sus leyes y deja vivir a los que saben adaptarse a ellas. Aunque allí había algo más. Tenías que pararte a buscarlo muy detenidamente y, aún así, es posible que no lo encontraras. Podías mirar y mirar y no parabas de ver blanco, y un poco de azul, reflejos en una grieta nada más, luego sólo era blanco. Seguías mirando y seguías en blanco, ora un poco de azul y, de cuando en cuando, el verde de una planta aletargada por tiempo indefinido. Seguías mirando y seguía una sucesión tricolor, el viento, copos de nieve haciendo filigranas y, si te fijabas mucho, podías hasta distinguir alguna figura geométrica o patrón en sus aparentemente aleatorio aleteo. Pero claro, si te parabas a fijarte estabas muerto. Y después de todo esto, sólo falta una cosa... vida. No había nada vivo, el negro de la muerte lo envolvía todo. Todo tenía un matiz más oscuro, la luz apenas traspasaba el denso tapiz de capas de hielo que lo envolvía todo en aquella gruta. Las facetas muy pulidas que componían paredes, suelo y techo apenas bastaban para reflectar la luz, y parecían absorber más de la que dejaban ir.
Y ella seguía allí, parada, dejándose consumir. Sus esperanzas se habían ido con los primeros vahos de humo que escapaban de su cuerpo aún cálido cuando vio que no se podía apenas mover. Se dejó ir a ese mundo de neblina y ensueño, de delirio y calma que atrapa a los que se han dejado de sí mismos. Flotaba en lo onírico, ora pensando en su familia, ora en una cama caliente hasta que acababa por un delirio extrañamente tranquilizador, de esos que te dejan calmado sin saber realmente por qué, y cuando "despiertas" te sientes completamente desorientado.
Sus divagaciones sin embargo se vieron interrumpidas por una luz, pequeña al principio, pero que comenzaba a crecer en intensidad. Representaba una gama extraordinaria de colores, luminosidad, brillo... la llamaba, y ella no pudo ni quiso desoír esa llamada. Con un gran esfuerzo levantó una pierna, bregando por ponerse en pie y avanzar y, mientras extendía su mano hacia aquél deleite visual, todo acabó. Sonó como un "crack", y se quedó de pronto inmóvil, inerte. Sus ojos se quedaron fijos en esa mirada de esperanza, azul dentro de azul, vidriados, apagados y aún así vívidos. Dos pequeñas lágrimas cristalizaron en sus mejillas, y de no haber ya acabado todo le habrían quemado la piel, pero ahora permanecían como piedras preciosas.
En definitiva, el palacio del corazón helado contaba con una nueva estatua...

viernes, 27 de enero de 2012

De agravios

Antes de empezar a adentrarme en cosas más abstractas, más profundas o más lejanas, debo dedicarle esto a todas las personas a las que les debo una disculpa. No creo que llegue a nombrarlos a todos aquí, y estoy casi seguro de que pocos de los aludidos llegarán a leerlo, pero al menos aquí quedará esto.
Le debo una disculpa a Lucía por no intentar reconvertir escombros en una amistad y dejar que la lluvia se lo llevara todo, por pasar en la medida en que no me importaba lo suficiente.
Le debo otra a Bea por estas vacaciones por las que he pasado como un fantasma, sin dar señales de vida, y sin ponerla en el lugar que realmente ocupa.
Otra va para la gente a la que no he dedicado suficiente atención, como puedan ser Alba, Nuria, Lew... gente con la que me hubiera gustado guardar más contacto.
Una se queda en la gente que conocí aquí y a la cuál no he correspondido en varias ocasiones como debería las consideraciones que han tenido conmigo, en concreto Pelayo y David. Espero poder arreglarlo antes de irme, o que se vayan.
La última no es una, son muchas, demasiadas. Demasiadas disculpas que les debo a mis padres por hacerles cargar más de una vez con mi mal humor, mi dejadez y en general con un gran elenco de defectos con los que ellos, mucho más que nadie, han tenido que tragar.
En definitiva, os quiero a todos.

Ecoli cua

Pum-pum, pum-pum, pum-pum... ¡chas!
¿Bonito circo de onomatopeyas no? No tiene mucha ciencia pero (però, que me estoy acostumbrando a decir) estamos aquí una vez más, no creo que sea la última. Rompiendo la puerta que se cerró cuando me fui.
Echo de menos muchas cosas, echo a mucha gente, echaba de menos escribir aquí, lanzarlo a vacío sin saber quién puede recogerlo por casualidad.
Sinceramente, no sé cuántos seguiréis por ahí, cuántos os dignaréis a asomar la cabeza y decir "anda, ha vuelto a escribir algo, pensé que había muerto", se me da demasiado bien aplazar cosas hasta el punto que parece que ya hayan quedado atrás, pero supongo que todo acaba volviendo si tiene que hacerlo.
¿Casualidad que el día antes de mi primer examen, este curso, se me ocurriera volver? No creo, tiendo a olvidar las cosas cuando tengo tiempo y a recordarlas cuando no, maldita condena. Pero al menos vuelvo. El examen, por cierto, esta hecho, decidí no condenarme del todo y empezar después de éste (aunque visto lo visto poco más hubiera dado, no me lo esperaba como fue).
Vuelvo y me encuentro mi caja de música rota. Maldita la hora en que empezaron a quitar links de youtube, la mitad de mis canciones rota, algo que tendré que arreglar (y de hecho probablemente haga ahora por no seguir abandonándome al abandono).
¿Y ahora qué toca? Pues toca lo que sea, toca escribir, ya me tocaba hacía mucho, y no sé en qué me adentraré pero me apetece que sea algo interesante, aunque no os quepa duda (si no os gusta lo siento pero será así) de que seguirán cayendo reflexiones, poemas, si los hago, y crónicas de lo que me parezca que merece la pena ser narrado aquí.
Sin más preámbulos, volvemos a las cabriolas, que sin más cabriolas me pierdo.
Es más divertido andar dando saltos.