¿Qué sabéis vosotros
necios, sordos, avinagrados?
¿Qué creéis conocer
absurdos intentos de personas?
El frío os llena y colma
de vanidad el pellejo,
firmes se ajustan las gomas
de hipocresía en el pelo.
¡Ya cantan las pléyades vuestros desmanes!
¡Aún se escriben veladas las verdades!
Vuestro arrebujado corazón,
músculo de atrofia y deseo,
en venas de cava sirve
sucedáneos sentimientos.
Por una arroba de suerte
darías del alma el peso,
por evitar a la muerte
moriríais en el proceso.
Y es que el señalar ya mata,
callando de honestidades,
lo que expresais con el habla:
contradicciones formales.
Acaso sea el miedo,
o el exceso de valor,
que os dejan juzgar al mundo
excluyéndoos.
En sangre estanca muráis,
pues de sangre estanca venís,
y si de bilis tragáis
no me roguéis a mí.
1 comentario:
Me gusta lo chachimente que escribes. ¿Quién no pensó eso alguna vez?. Cuidate =)
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