Quiero besar tus lágrimas, aplastarlas contra tus mejillas
con mis labios. Cortar su atrevida y alevosa caída en una caricia silenciosa.
Quiero acercarme, tocarte, levemente tan solo, y dejar que
mi rostro sean las palabras, que lo sepas, y de mi boca se escape un susurro
poco inteligible de lo que dicen mis ojos, tan solo dos palabras.
Quiero enredar mi mano en tu pelo, apartarlo de tu cara,
para que tu luz me ilumine. Para que, cuál espejo, la sonrisa que enciendes en
mi rostro se refleje en el tuyo, tímida y preciosa.
Quiero abrazarte, estrujarte entre mis brazos, y que mis
caricias, mi pecho, y el ronco latido de mi corazón te digan que estoy ahí, que
te tengo y no te voy a soltar. Que todo está bien, ya está bien.
Quiero, contigo, tan solo un instante que dure para siempre.